
Empecemos por partes: ¿Si tú, Arvin Rabín Dranak, fueras rubio de ojo verde** ya no serías sabedor del color de tu propia piel; y si eso fuera cierto, serías menos mejicano por eso?

Pero bueno, dejemos de lado las apreciaciones poéticas y estéticas.

Tus orígenes, los míos y los de aquellas personas que en efecto reniegan de ellos, no están donde tú crees, mi estimado. La postura de asignar los orígenes donde tú asumes que están, es maniquea. Del mismo modo la postura de quienes reniegan. Eso me recuerda la frase que despide a los visitantes del Museo Nacional de Antropología:
«Valor y confianza ante el porvenir hallan los pueblos en la grandeza de su pasado.
Mexicano, contémplate en el espejo de esa grandeza. Comprueba aquí, extranjero,
la unidad del destino humano. Pasan las civilizaciones, pero en los hombres quedará
siempre la gloria de que otros hombres hayan luchado para erigirlas.»

Me gustaría también rebatirte sobre aquello de «nos acogió», porque hay una mala sintaxis, sin embargo ya al leer todo descubrí que te referías a tu ascendencia americana.
Bueno, y ya cambiando un poco de tema, debo coincidir contigo en la parte de que a la gente, a

Una precisión más: Ya quitaron la historia en la escuela, lo sé por mis primos de edad escolar. Me da pena**** (literalmente); sin embargo por otro lado también me da alegría: no deberán enfrentarse a las mentiras de la tenebrosa "historia oficial", llena de mitos, mentiras y mitotes.
En otras cosas, ya que me animé a «refutar lo que tú refutas», quisiera agregar un consejo: mejora tu ortografía, carnal, yo tengo libros y te los puedo prestar, ya sabes.
*Sí, estamos viejos y qué. Al menos vimos la caída del muro de Berlín en vivo.
**Él es así, gruppieblogfans, no se desilusionen.
***Ya lo puse con J muchas veces, a ver si así al menos repela el Mario y hace sus apariciones en el blog.
****Investiguen el significado literal, que no es el que ustedes creen saber.
3 comentarios:
El Eterno Dilema del Mexicano.
Hola a todos, aprovecho la ocasión para darme una escapada de los quehaceres que me mantienen eternamente ocupado (tengo agenda de ejecutivo pero sin goce de sueldo) y enviar un saludo a tres amigos muy queridos que tuvieron las agallas, la perspicacia y el tiempo (bola de ociosos) de crear el blog más interesante y divertido que he visto en la web.
El tema que han tocado Paco y el masón (ya solo falta que también sea bolchevique) es muy polémico y controvertido, definir la esencia de lo mexicano es una tarea muy difícil que va mucho más allá del “charrito montaperros”, el color de la piel, la selección de fútbol, los tamales o las odas a la señorita Patria (hay miles que se disputan el título de ser su padre pero hasta donde tengo entendido no tiene esposo, ¿O sí?).
Desafortunadamente, los mexicanos* nunca hemos sido capaces de asimilar nuestra identidad como nación, somos herederos de una cultura muy vasta, rica y compleja que nos rehusamos a digerir. ¿Cómo es posible que por un lado exaltemos con orgullo nuestra ascendencia indígena mientras a la vez denigramos a nuestros hermanos indios? ¿Cómo es posible que reneguemos de nuestro “padre español” mientras celebramos los 400 años del Quijote y hablamos su lengua?
Pues nos guste o no, no somos indígenas ni tampoco somos españoles, somos los dos y ninguno a la vez, somos una nación nueva, diferente, producto del sincretismo entre dos mundos, dos razas, dos culturas.
Aunque pueda parecer extremadamente aventurado, en ocasiones pienso que el problema de los países de América Latina en general, y de México en particular, es similar a la problemática de una persona con baja autoestima. Aunque prediquemos lo contrario, tristemente no sabemos (o más bien somos reacios a aceptar) quienes somos, donde estamos y mucho menos hacia donde vamos.
La tragedia de nuestro país es que pudiendo haberlo sido todo no somos nada, no queremos aceptar nuestros problemas y recuerden, como con los alcohólicos, que el primer paso para solucionar un problema es reconocer y aceptar que lo tenemos. Es muy cómodo sentarnos a lloriquear como niñas lo que no quisimos (porque si podíamos pero NO QUISIMOS) defender como hombres, es muy cómodo echarle la culpa de todos nuestros problemas a Estados Unidos, al mundo, al neoliberalismo, a “papa gobierno”, a la historia oficial, a los políticos, a los masones, a los medios, o a los “demás mexicanos apáticos”.
Todo pueblo tiene al gobierno y al país que se merece, no digo que realmente seamos merecedores de esta triste situación pero SI ÉSTA PERMANECE IGUAL ES PORQUE NO HEMOS HECHO NADA PARA CAMBIARLA. Si, estoy de acuerdo, Estados Unidos nos ha hecho muchas fregaderas ¿¿¿Y??? Dejemos de quejarnos y pongámonos a trabajar; el neoliberalismo podrá ser una “mierda” como proclama nuestra izquierda ¿¿¿Y??? Nos guste o no es el sistema imperante en el mundo Y NO LO VAMOS A PODER CAMBIAR, dejemos de quejarnos de la “tiranía del neoliberalismo” y mejor pongámonos a trabajar para ganarle al enemigo en su propio juego y con sus propias reglas.
Hay un proverbio chino que dice “enciende una luz en lugar de maldecir la oscuridad”, muchos países lo han aplicado y han prosperado a pesar de la adversidad, ejemplos sobran: China, Corea del Sur, Singapur, Irlanda, Polonia, etc., muchos de ellos eran países mucho más pobres que México hace menos de 50 años y ahora son mucho más ricos (o por lo menos están en camino para serlo en breve) mientras nosotros seguimos rehusándonos a enfrentar nuestra realidad y salir adelante.
México tiene muchos elementos con los que fácilmente podríamos convertirnos en el mejor país del mundo, desde nuestras maravillas naturales, nuestros recursos, nuestra envidiable posición geopolítica y nuestra gente. Es hora ya de dejar de echarle la culpa a otros de nuestros problemas porque el único culpable SOMOS NOSOTROS, pero también en nuestras manos esta la voluntad para construir nuestro destino y solucionar nuestros problemas. Es hora ya de definir nuestra esencia y aceptarnos como somos (con nuestras virtudes y nuestros defectos), es hora ya de explotar nuestras fortalezas, asumir nuestras responsabilidades y tomar las riendas de nuestro propio futuro.
Como parece que me estoy extendiendo demasiado, me despido con una pregunta y una invitación, primero ¿Cómo quieres que sea México en 30 años? Ya lo pensaste, muy bien, ahora piensa que es lo que vas a hacer tu HOY para construir el país que realmente merecemos.
___________________________________
*Nunca es prudente, ni tampoco es mi intención, generalizar. No obstante, es innegable el hecho de que una gran parte de la población mexicana posee algunos de los rasgos y tendencias aquí descritas.
PD: Si me da tiempo en un futuro, y no hay una entrada mas interesante sobre la cual opinar, no se pierdan próximamente mi refutación refutable: “HORROR también se escribe con H”
Quien sepa de economía, sabrá que el neoliberalismo elimina la cultura. Quien tenga inteligencia, que lo entienda
Hola!!! Pako...bueno por lo que pude leer estan platicando de q es ser mexicano...yo creo q es mas alla de lo q estan exponiendo, (se los dice una extranjera) que ama sus raices, la verdad ser mexicano es amar la sangre pura de donde vienen, tomar como ejemplo ese espiritu de supervivencia de los q estaban en esta tierra antes de que segun vinieran a educarlos... porq de ellos es este pais no de los q vienieron despues de.... ser mexicano es reconocerse que son una raza fuerte em resistencia, pero todavia debil (en algunos de los casos) en poner el pechjo a las cosas y dejar el que diran a un lado o el mio a los mas grandes ( solo porq tiene una mejor oratoria.)....bueno capas q ya la regue pero es mi opion... no soy buena para estas pero pakito quweeria q supieras q si DOY MIS COMENTARIOS. LORENA
Publicar un comentario