Así es. No sé si los alzados académicos crean que las nuevas generaciones no son tan dignas o inteligentes; y gracias a esta creencia hayan recortado intencionalmente la edición conmemorativa de El Quijote.
Bien pudo ser un error, pensarán los más ingenuos, pero se nota que no en la perfección de la sintaxis: Se han atrevido a corregirle la plana al mismísimo Cervantes —o Cerbantes, como él mismo escribía su apellido.
Yo no había caído en cuenta de este error (como los errores que tiene Cien años de soledad en su edición de la academia, documentados por mí en otra ocasión) en pasadas lecturas, pues leí la obra —la conmemorativa— sin otro afán que mi placer, y si bien algo no me cuadró no lo tomé en más porque no me sé la obra de memoria; sin embargo ahora que la estoy comparando para solaz mío, descubrí este craso y grave error, o peor aún, subestimación o gran mamonería de los académicos.
Ya luego documenteré el caso como conviene y baste esto por ahora, que es de madrugada, como fe de lo que dicho tengo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario