¿Por qué no te fuiste, como se marchan
Las gaviotas de los acantilados?
¿Por qué naufragaste en el océano de mi
Memoria, sin esperanza de rescate?
Te has quedado varada en el lecho de mi vida
En donde las viejas corrientes de recuerdos mios
Te protegen.
Nave sin puerto ni destino, nave sin esperanza,
Nave que vaga entre las mareas del perdón y del olvido
Resistiendo los embates del futuro incierto
Buscando dejar el lastre de la oscuridad de los recuerdos,
Tratando de levar el ancla que te une al pasado.
Tiempo efímero en que navegabas, por los mares de mi vida,
Cuando las naves llegaban a buen puerto,
Y el sol iluminaba la tostada cubierta de tu casco
en el cual las parvadas de gaviotas se posaban
Sin intenciones de partir a las playas repletas de ilusiones.
Pero ahora eres solo un naufragio,
Un barco rodeado por bancos de arena y peces dorados,
Que reposa entre cofres perdidos y goletas sin nombre
En la inmensidad de mi océano.
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