Después de unos días…
El profundo de tus ojos
se volvió a encontrar con los míos
El largo de tu cabello,
volvió a rozar mi piel
seca de tanto añorarte.
El rojo de tus labios…
se encontró con mi mejilla muerta por
la larga espera de tu aroma
La espera me enveneno por tu ausencia,
la ausencia me dio celos ti,
del vacío que dejaste en mi,
El veneno del adiós
y la muerte del olvido
se han vuelto realidad.
Realidad sin esperanza,
realidad sin buen augurio,
realidad como el verte pasar de largo
Para ahora saber
que este cuerpo inerte y esta alma perseguida
aun te pertenecen.
Pero ni de día, ni de noche,
ni en la ausencia de tu presencia,
nunca, nunca me miraste a mi…
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