Especulaciones acerca de su uso y sus significados.
Antes de exponer mi tesis acerca del uso de los espejos en la cultura maya, primero diré sucintamente, algo de lo que se ha dicho acerca de este mismo tema.
El uso de los espejos mayas es aún incierto, cabe destacar que los espejos no son como los que conocemos actualmente; estos eran de piedra tallada y la superficie reflejante era cóncava, lo que evidentemente distorsiona la imagen, concentrando la imagen reflejada de los focos en el centro del espejo. Esto ha hecho pensar que un haz de luz reflejado apropiadamente, podía originar fuego. Sin duda es posible, es una operación tan simple como abrasar una hoja de papel con un lente de aumento. También se ha especulado acerca de los posibles usos para estudios astronómicos, aunque una imagen distorsionada de la cúpula celeste no creo que se preste para estudios. Hay también la creencia que la unión de espejo-jaguar es símbolo de poder. También la de que —el espejo claro— es símbolo del señor del sol, del señor de los cuatro lados (quarters) y creaciones; mientras que el espejo obscuro se usaba para el adivinamiento. La relación sol espejo es evidente pues es como tomar fuego del sol, y sin luz no existe el reflejo, por mínima que sea, y por máxima pues el sol. El espejo obscuro puede penetrar y lograr ver el interior del hombre y su futuro. Ah bolon D’zacabab, el señor de 9 gen, es asociado con Tezcatlipoca, que era una fuerza de espacio y tiempo, por una función similar a ésta del espejo oscuro. Se rumora que el señor de Tacuba vio, en un espejo empañado, la caída de México. También resulta obvia la creencia del uso del espejo en rituales para curas y chamanismo. Del mismo modo, dentro de la cosmogonía maya, hay una relación clara entre el espejo claro con el Este y el espejo oscuro con el Oeste. En otro orden de ideas, se ve al espejo como artefacto de uso personal restringido a los hombres, y que de ahí venga el dicho en lenguas vernáculas que, para referirse a un hombre cornudo, se le diga que su esposa usa un espejo en la nuca.
También por la forma cóncava del espejo se piensa que puede ser una especie de representación poética de la cúpula celeste, donde el sol está en el “cielo” y los bordes son el horizonte; usos en el contexto espiritual; usados para collar (tenían hoyos que permiten la suposición); un magnífico instrumento de autocontemplación; y guía para los caminantes del inframundo.
Ahora trataré de exponer brevemente el campo semántico del espejo. Según el diccionario Motul:
Nen: in nen, a nen ettc. (sic)
U nen cab, u nen cah: el sacerdote, cacique, gobernador de la tierra o pueblo, que es un espejo donde todos se miran. (Espejo de la tierra o espejo del pueblo.)
Y toj, que es como una palabra para espejo. Según el diccionario tzotzil:
Toj: Black flint (with which they make blades). RML— The following entries have been placed under this root on the suspicion that toj also meant the black stone used for mirrors. The use of mirrors for divination was widespread in Mexico, furthermore in modern tzotzil occurs the phrase “ch’ul toj ch’ul nen”, which I had originally translated as “holy pine, holy mirror”, but which I now think means “holy flint, holly mirror”. This phrase is used in ritual speech to refer to the scribes.
En yucateco nen también significa imaginar, contemplar, pensar y meditar. Y la palabra lem, que es parecida a nen y que no representaría diferencia fonética para los hablantes de esas lenguas; puede muy bien ser usada en lenguas quichés como declarar, narrar y relatar. Así tenemos que espejo podía, según en el marco semántico en que se usaba, ser y significar diferentes cosas; a veces abstractas, complejas, religiosas, tradicionales y rituales; a veces combinadas; y otras simples y cotidianas.
Ahora bien, empecemos poco a poco: Los rituales eran concebidos por los mayas como la transición entre lo supra natural y lo mundano. Los símbolos —entre ellos el lenguaje— representan categorías estructurales con apariencia similar que, como quien dice, eran libremente intercambiables. El significado preciso de las cosas sólo se podía distinguir por el contexto y, el doble significado aparte de posible, era presumiblemente intencional. Ahora, varias de las tesis sobre el uso de los espejos que resumí más arriba, son de utilidad por este doble maneje de la vida por parte de los mayas. Primero hay que entender, comprender y desechar los usos cotidianos, como el “doble” símbolo de la cruz para el cristiano: no es lo mismo la cruz como representación en colguije, la cruz en un templo, la cruz como símbolo, como instrumento de tortura y ejecución, o la cruz en que supuestamente murió Jesús, o los significados inherentes a esta muerte. En segundo lugar se debe mirar al espejo claro y el espejo obscuro no como totales, sino como mitades que se complementan. Y ¿qué mitad obscura y clara hay en la vida real que pudiera ser una analogía de estos artefactos? El día y la noche. Ahora, pensando en el corte vertical del universo, según los mayas, vemos que el sol circula por la cúpula celeste de Este a Oeste, en una especie de arco (lo mismo pasaría en el espejo por su forma cóncava); y cuando llega la noche hace el recorrido contrario pasando por el inframundo (la parte oscura) y, para este viaje, la analogía puede ser con dos astros, o bien la luna o bien Venus. Así como el sol, los gobernantes o, mejor dicho, aspirantes a gobernantes, debían pasar varias pruebas. Una de ellas era ir al inframundo y regresar con vida. En este viaje épico y solitario pudieron servir los espejos, pero no sólo de guía; sino una especie de oráculo que proporcionaba respuestas acerca del camino que debía seguir. Este proporcionar respuestas lo debemos interpretar como las diversas significaciones que puede tener la palabra espejo (imaginar, contemplar, pensar, meditar, declarar, narrar y relatar), así el aspirante dialogaba con el espejo. Quiero pensar que para una mayor efectividad, el aspirante debía estar bajo el estado de algún enervante o un estado de abstracción muy profundo. Todo debía ser parte del ritual. Para plantearlo mejor imaginaré un poco: Un aspirante a gobernante de nombre Vuc-kinix-ahau, es bendecido por el sacerdote de mayor rango antes de emprender el viaje al inframundo. Como herramientas para el viaje, el sacerdote le da a Vuc-kninix-ahau[1] plumas, tabaco, los espejos, alguna yerba alucinógena y otros menesteres. VKA inicia el viaje al ponerse el sol. En su visión mágica del universo usa el espejo oscuro para orientarse, pero no como si éste fuera un instrumento astronómico; sino astrológico. Al llegar a cierto lugar sagrado, coloca el espejo en un nicho apropiado para la meditación y contemplación; orientando el espejo para que refleje el Oeste. Esto supone que VKA debe mirar al Este, quedando el futuro a su espalda y el pasado de frente. Entonces el reflejo del espejo oscuro le indicaría su futuro en esa travesía, pues le enseña lo que está a su espalda. En ese momento, VKA inhalaba el humo de algún enervante y podía ver/escuchar lo que el espejo le decía. Pensemos un momento en esto, el espejo al ser cóncavo, devuelve la inflexión al centro, concentrando una mezcolanza de todo lo que refleja, además de que a su vez el centro refleja las inflexiones reflejadas en los focos; provocando esto una especie de imagen disminuida y distorsionada. VKA tendría los conocimientos necesarios para poder interpretar dichas “palabras” del espejo. Pero vayamos aún más lejos: VKA, no contento con lo que le dice el espejo, se acerca a él y mira desde su posición, acercando el rostro al espejo. Entonces VKA mirará lo que el espejo mira y, con el rabillo del ojo, podrá seguir viendo la caleidoscópica imagen del espejo. Pero esta imagen será un tanto borrosa y discreta. Hágase la prueba poniendo la mano en el horizonte de la visión y cercana al ojo, es decir a 181° o 182°. Esta imagen podrá “susurrar” al oído y mostrar algo tangible pero a la vez intangible. VKA podrá, en ese momento, sentir que el espejo le está hablando de él; o mejor dicho que está dentro de él —como si fuera su propia conciencia— y le muestra su interior.
Muy bien, ya es de día y VKA ahora usa el espejo claro para guiarse. Llega a un nuevo lugar sagrado y coloca el espejo en un nuevo nicho, pero antes de eso ha usado el espejo para encender un cigarro y fumarlo; todo es parte del ritual. El espejo apunta al Este. Esta vez VKA no se coloca frente al espejo para mirar. No lo hace por dos razones, al colocarse y ver el reflejo directamente podía quedar ciego; y la segunda es que al ver el espejo de frente, de nuevo su futuro quedaría a su espalda; pero esta vez, la diafanidad del día y el doble maneje de la realidad según los mayas, le permitían romper por un segundo —irrupción permitida sí y sólo sí se estaba en este rito— con esto y ver el futuro de frente; mas no por acción propia, sino que el brillo del reflejo (como el haz reflejado por el vidrio de un reloj) del espejo le mostraba el camino que debía seguir. Entonces este haz de luz, atravesado por el humo denso del cigarro; mostraba en la superficie donde el brillo se mantenía, diversos signos que VKA sabía interpretar; de nuevo charlaba con el espejo. El humo del cigarro, considero, que debió ser parte fundamental por la dualidad de los espejos. El espejo oscuro funcionaba de noche; sin embargo aun en la noche hay luz y es por eso que funcionaba el espejo. Pero de día sólo hay luz, entonces un elemento oscuro (el humo) debía tener parte en el ritual para que hubiera esa dualidad sin la cual todo carecería de valor.
Después de días, VKA ha llegado a triunfal de su viaje por el inframundo. Ha adquirido la sabiduría suficiente para gobernar y, todo el conocimiento nuevo de alguna manera ha quedado grabado en los espejos. Así los espejos se convierten en una patente fuente de sabiduría que, en un momento de duda, se podrán consultar. En sus nuevas funciones como jefe político y religioso, VKA se cuelga el espejo —claro u oscuro, según sea pertinente— para presidir ceremonias, mirando él al Este en el día, procurando el efecto de que a quien se dirija tenga la sensación de estar hablando con el mismo sol. Y de esta forma el par de espejos han adquirido el valor que no tenían antes del viaje, representando todo el viaje, y todo el poder y conocimientos del mundo y del inframundo. Siendo ya esta pareja de espejos el símbolo de la jerarquía y demás cosas que ya he dicho; los súbditos querrían también tener su propio par de espejos que los guiaran en su camino espiritual (camino que considero, les era más importante a los mayas que cualquier otro); entonces, por medio de rituales más sencillos que el viaje al inframundo de los gobernantes, el pueblo llano podía tener acceso a esa fuente. Por medio de estos artefactos podían tener comunión religiosa consigo mismos, tener una especie de diálogo con su entorno espiritual y sobre todo, saber su futuro, porque al mirarse en el espejo, éste les devolvía una imagen de lo que hay en su espalda. Todo inmerso siempre en su contexto religioso. Sin embargo, por su carácter dual, los espejos podían también ser utilizados en un ambiente más cotidiano. La posesión de los espejos no era, considero, común a todos. Uno necesitaba tener cierta jerarquía para poseerlos.
Haciendo una analogía con la cruz cristiana podríamos entender un poco la relación de jerarquía de los espejos. No es lo mismo la cruz que algún cristiano tenga en su hogar que la que usa el papa como báculo. Entonces el par de espejos del gobernante eran los “meros meros”; después venían los que se colocaban en las estatuas, como el God K o el God Jester. Y al final las que usaban las personas destacadas que podían poseerlos. Sin embargo, lo que era común a todos los pares de espejos, es que eran fuente de sabiduría, reflexión e introspección, en el sentido cabal, poético y literario de estas palabras; y que los mayas podían dialogar con nen, saber de sí con nen, verse reflejados en nen (como nación), y ser iluminados (guiados) por nen. Nen se convertía por estos artefactos, en representación total del dios solar y su contraparte en el inframundo.
Francisco Puente
U.N.A.M.
Bibliografía:
Benson, Elizabeth P. Edit. The dance and their neighbors. 1981. Dumbarton Oaks Research Library and collections. Trustees for Harvard University. Organizadores Michael D. Coe y David Grave.
_________. Edit. The dance and their neighbors. “Mirrors from the site of La Venta, Tabasco: Their occurrence, mineralogy, optical description and function”. Robert F. Heizer y Jonas E. Gullberg. 1981. Dumbarton Oaks Research Library and collections. Trustees for Harvard University. Organizadores Michael D. Coe y David Grave.
_________. Edit. The dance and their neighbors. “Olmec concave Iron-Ore mirrors: The aesthetics of a lithic technology and the lord of mirrors” John B. Carlson. 1981. Dumbarton Oaks Research Library and collections. Trustees for Harvard University. Organizadores Michael D. Coe y David Grave.
Schele, Lynda. The blood of kings. “Maya god and icons”. Versión corregida 1986. Kimbell Art Museum 1986. Pp. 41-62.
_________. The mirror, the rabbit, and the bundle. “Part I: T617a as Nen, ‘Mirror’” 1983. Dumbarton Oaks Research Library and collection. Pp. 3-22.
Notas:
[1] En adelante VKA.
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