miércoles, 25 de julio de 2007

Muy mal, Arvin, muy mal.

Tsss. Muy mal, señorito protomasón. Tu visión anhelada de la Patria (con mayúscula porque quedamos que es el nombre de una señora cuya foto aparecía en nuestros libros de texto gratuitos de tercero de primaria*) y el gentilicio IDÍLICO que de ésta surge, me parecen la visión más maniquea (que no [sic] «maniqueada» como tú anotaste en la entrada de Mein Kampf) que alguien pueda hacer sobre el tema. O sea: Te la habéis jalado.
Empecemos por partes: ¿Si tú, Arvin Rabín Dranak, fueras rubio de ojo verde** ya no serías sabedor del color de tu propia piel; y si eso fuera cierto, serías menos mejicano por eso? No me queda claro, señor; neta que no. Después, tu discursito ese de «el flujo de sangre en mis venas», «la chispa que lleva a mi alma», «la energía del peso del águila y la serpiente»... ¡Qué mamadas! Te salió lo cursi, ora sí que le ganaste al himno nacional y eso está cabrón... Si la sra. Patria fuera tu vieja y le escribes eso, yo creo que te manda al diablo por cursi.
Pero bueno, dejemos de lado las apreciaciones poéticas y estéticas. Hablemos de «haber nacido en una nación guerrera, fraguada al calor de batalla». Otra mamadísima. ¿Me la explicas? Según entiendo yo, si por "nación guerrera" te refieres a México; y por "al calor de la batalla" te refieras a la de Puebla que ganamos, o a todas las demás que hemos perdido; pues cámara, va, te lo concedo. Pero si por "nación guerrera" te refieres a cualesquiera de las prehispánicas, y "al calor de la batalla" por cualesquiera que esas naciones tuvieron; pues creo, mi amigo, que entonces no tienes ni un puto barrunto de lo que significa ser mejicano.
Tus orígenes, los míos y los de aquellas personas que en efecto reniegan de ellos, no están donde tú crees, mi estimado. La postura de asignar los orígenes donde tú asumes que están, es maniquea. Del mismo modo la postura de quienes reniegan. Eso me recuerda la frase que despide a los visitantes del Museo Nacional de Antropología:
«Valor y confianza ante el porvenir hallan los pueblos en la grandeza de su pasado.
Mexicano, contémplate en el espejo de esa grandeza. Comprueba aquí, extranjero,
la unidad del destino humano. Pasan las civilizaciones, pero en los hombres quedará
siempre la gloria de que otros hombres hayan luchado para erigirlas.»

O sea: ¿contémplate en el espejo de esa grandeza, o sea, la del pasado? A mí no me hacen pendejo. Lo único que uno ve en el espejo cuando se contempla así mismo es... ¡bravo!, obvio, uno mismo. Y uno mismo no es el pasado ni su grandeza. La postura oficial deja a los indios como artículo souvenir, pero bueno ese ya es otro tema. El asunto es que no somos ese pasado que, sí, fue grandioso, majestuoso, etc. Pero ya no lo somos. Podemos identificarnos con ellos igual que con un padre, o mejor, un abuelo. Nosotros somos una fusión, lo ecléctico, lo parido. Somos mezcla. Y es por esta justa razón que no puedes ver en nuestra gente los rostros de los guerreros antiguos (aparte de que se los masacraron a todos junto con la nobleza, exceptuando a los cobardes, claro, como el Moctezuma; pero esto también ya es otro tema). En los rostros de nuetsra gente lo que se ve es la nueva nación. Obviamente hay parecidos fisonómicos, no por nada somos hijos y nietos. Pero al mismo tiempo hay parecidos con nuestros parientes peninsulares. Habrá algunos que le tiren más al parecido del lado de la madre, y otros al del padre; pero la gran mayoría son mezcla. No por nada aquí se gestó el mayor estudio del mestizaje: podrás verlo en la serie de pinturas de castas. Creo que ya me extendí demasiado y así mismo me expliqué. Eso por eso, Arvin, que no puedes decir que eso es México; México y los mejicanos*** son, somos, mucho más. Tenemos mucho de amantecas y de flamencos, pero no somos ni lo uno ni lo otro: somos el nuevo pueblo, y como tal tenemos el derecho de nombrar y nombrarnos. De ser.

Me gustaría también rebatirte sobre aquello de «nos acogió», porque hay una mala sintaxis, sin embargo ya al leer todo descubrí que te referías a tu ascendencia americana.

Bueno, y ya cambiando un poco de tema, debo coincidir contigo en la parte de que a la gente, a los mexicanos, les vale una reverenda chingada su pasado. Pero por eso se los cogen desde arriba (lástima que tú y yo y otros pensantes vamos incluidos en el paquete de los que se empinan). Por eso estamos jodidos. Pero no vayas tan lejos, no sólo no les importa su pasado, tampoco les importa su presente. Parece, en general, que la gente es pendeja. Siempre me he preguntado si esto es sintomático de estos tiempos, u otrora fue igual y sólo había unos pocos elegidos.
Una precisión más: Ya quitaron la historia en la escuela, lo sé por mis primos de edad escolar. Me da pena**** (literalmente); sin embargo por otro lado también me da alegría: no deberán enfrentarse a las mentiras de la tenebrosa "historia oficial", llena de mitos, mentiras y mitotes.

En otras cosas, ya que me animé a «refutar lo que tú refutas», quisiera agregar un consejo: mejora tu ortografía, carnal, yo tengo libros y te los puedo prestar, ya sabes.

*Sí, estamos viejos y qué. Al menos vimos la caída del muro de Berlín en vivo.
**Él es así, gruppieblogfans, no se desilusionen.
***Ya lo puse con J muchas veces, a ver si así al menos repela el Mario y hace sus apariciones en el blog.
****Investiguen el significado literal, que no es el que ustedes creen saber.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El Eterno Dilema del Mexicano.

Hola a todos, aprovecho la ocasión para darme una escapada de los quehaceres que me mantienen eternamente ocupado (tengo agenda de ejecutivo pero sin goce de sueldo) y enviar un saludo a tres amigos muy queridos que tuvieron las agallas, la perspicacia y el tiempo (bola de ociosos) de crear el blog más interesante y divertido que he visto en la web.

El tema que han tocado Paco y el masón (ya solo falta que también sea bolchevique) es muy polémico y controvertido, definir la esencia de lo mexicano es una tarea muy difícil que va mucho más allá del “charrito montaperros”, el color de la piel, la selección de fútbol, los tamales o las odas a la señorita Patria (hay miles que se disputan el título de ser su padre pero hasta donde tengo entendido no tiene esposo, ¿O sí?).

Desafortunadamente, los mexicanos* nunca hemos sido capaces de asimilar nuestra identidad como nación, somos herederos de una cultura muy vasta, rica y compleja que nos rehusamos a digerir. ¿Cómo es posible que por un lado exaltemos con orgullo nuestra ascendencia indígena mientras a la vez denigramos a nuestros hermanos indios? ¿Cómo es posible que reneguemos de nuestro “padre español” mientras celebramos los 400 años del Quijote y hablamos su lengua?

Pues nos guste o no, no somos indígenas ni tampoco somos españoles, somos los dos y ninguno a la vez, somos una nación nueva, diferente, producto del sincretismo entre dos mundos, dos razas, dos culturas.

Aunque pueda parecer extremadamente aventurado, en ocasiones pienso que el problema de los países de América Latina en general, y de México en particular, es similar a la problemática de una persona con baja autoestima. Aunque prediquemos lo contrario, tristemente no sabemos (o más bien somos reacios a aceptar) quienes somos, donde estamos y mucho menos hacia donde vamos.

La tragedia de nuestro país es que pudiendo haberlo sido todo no somos nada, no queremos aceptar nuestros problemas y recuerden, como con los alcohólicos, que el primer paso para solucionar un problema es reconocer y aceptar que lo tenemos. Es muy cómodo sentarnos a lloriquear como niñas lo que no quisimos (porque si podíamos pero NO QUISIMOS) defender como hombres, es muy cómodo echarle la culpa de todos nuestros problemas a Estados Unidos, al mundo, al neoliberalismo, a “papa gobierno”, a la historia oficial, a los políticos, a los masones, a los medios, o a los “demás mexicanos apáticos”.

Todo pueblo tiene al gobierno y al país que se merece, no digo que realmente seamos merecedores de esta triste situación pero SI ÉSTA PERMANECE IGUAL ES PORQUE NO HEMOS HECHO NADA PARA CAMBIARLA. Si, estoy de acuerdo, Estados Unidos nos ha hecho muchas fregaderas ¿¿¿Y??? Dejemos de quejarnos y pongámonos a trabajar; el neoliberalismo podrá ser una “mierda” como proclama nuestra izquierda ¿¿¿Y??? Nos guste o no es el sistema imperante en el mundo Y NO LO VAMOS A PODER CAMBIAR, dejemos de quejarnos de la “tiranía del neoliberalismo” y mejor pongámonos a trabajar para ganarle al enemigo en su propio juego y con sus propias reglas.

Hay un proverbio chino que dice “enciende una luz en lugar de maldecir la oscuridad”, muchos países lo han aplicado y han prosperado a pesar de la adversidad, ejemplos sobran: China, Corea del Sur, Singapur, Irlanda, Polonia, etc., muchos de ellos eran países mucho más pobres que México hace menos de 50 años y ahora son mucho más ricos (o por lo menos están en camino para serlo en breve) mientras nosotros seguimos rehusándonos a enfrentar nuestra realidad y salir adelante.

México tiene muchos elementos con los que fácilmente podríamos convertirnos en el mejor país del mundo, desde nuestras maravillas naturales, nuestros recursos, nuestra envidiable posición geopolítica y nuestra gente. Es hora ya de dejar de echarle la culpa a otros de nuestros problemas porque el único culpable SOMOS NOSOTROS, pero también en nuestras manos esta la voluntad para construir nuestro destino y solucionar nuestros problemas. Es hora ya de definir nuestra esencia y aceptarnos como somos (con nuestras virtudes y nuestros defectos), es hora ya de explotar nuestras fortalezas, asumir nuestras responsabilidades y tomar las riendas de nuestro propio futuro.

Como parece que me estoy extendiendo demasiado, me despido con una pregunta y una invitación, primero ¿Cómo quieres que sea México en 30 años? Ya lo pensaste, muy bien, ahora piensa que es lo que vas a hacer tu HOY para construir el país que realmente merecemos.
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*Nunca es prudente, ni tampoco es mi intención, generalizar. No obstante, es innegable el hecho de que una gran parte de la población mexicana posee algunos de los rasgos y tendencias aquí descritas.

PD: Si me da tiempo en un futuro, y no hay una entrada mas interesante sobre la cual opinar, no se pierdan próximamente mi refutación refutable: “HORROR también se escribe con H”

Anónimo dijo...

Quien sepa de economía, sabrá que el neoliberalismo elimina la cultura. Quien tenga inteligencia, que lo entienda

Anónimo dijo...

Hola!!! Pako...bueno por lo que pude leer estan platicando de q es ser mexicano...yo creo q es mas alla de lo q estan exponiendo, (se los dice una extranjera) que ama sus raices, la verdad ser mexicano es amar la sangre pura de donde vienen, tomar como ejemplo ese espiritu de supervivencia de los q estaban en esta tierra antes de que segun vinieran a educarlos... porq de ellos es este pais no de los q vienieron despues de.... ser mexicano es reconocerse que son una raza fuerte em resistencia, pero todavia debil (en algunos de los casos) en poner el pechjo a las cosas y dejar el que diran a un lado o el mio a los mas grandes ( solo porq tiene una mejor oratoria.)....bueno capas q ya la regue pero es mi opion... no soy buena para estas pero pakito quweeria q supieras q si DOY MIS COMENTARIOS. LORENA